viernes, 25 de noviembre de 2016
Maltrato Animal
A veces no entiendo como alguien puede maltratar a los
animales como si fuera una necesidad. Cuando un perro o un gato cruza la calle,
¿Cuál es la necesidad de acelerar para intentar pisarlo con el auto? Acoso no
se dan cuenta que no tiene la culpa de estar cruzando esa calle; nosotros somos
los que tenemos la culpa por abandonarlos por cualquier cosa. Muchas veces los
abandonan porque ya están grandes y no son tan bonitos como lo eran de
cachorros o porque yo les fastidia su existencia. Tal vez porque su gata no para de salir embarazad. A
mi parecer una gata no tiene la culpa de eso, es su instinto conservar la raza.
Si usted no quiere que su gata tenga gatito ESTERILICE, si no quiere que su
perro lo fastidie no lo tenga. He visto
como las personas lanzan piedras a algún perro que está a unos 10 o 20 metros
de distancia sin siquiera percatarse que ese humano está por ahí con
intenciones de lastimarlo. ¿Lanzarle una piedra a un animalito les produce
algún placer? Si es así, todavía no encuentro satisfacción por ello. Creo que
pienso así por haberme criado en una familia que ama y respeta a todo tipo de
criaturas. Desde muy pequeña me han enseñado a respetar y tratar de ayudar a
cualquiera que se cruce en mi camino o tenga la posibilidad de salir a buscar.
Si usted va caminando por un lugar lleno de monte y le pasa
una serpiente por el lado ¿Debería
matarla?, me parece algo súper ilógico matar a un animal que está en su
hábitat es como ir a la sabana encontrarse a un león y matarlo porque lo ve
mucho.
Nos aprovechamos de que ellos no se pueden defender, deje su
arma, cuchillo o cualquier cosa que pueda ayudarlo y mate a ese león con sus
propias manos en una lucha cuerpo a cuerpo a ver quien ganara.
Dejare esta reflexión porque sé que aunque no cambien por lo
menos se molestaran conmigo por decirles la verdad.
Lluvia
Se han cruzado personas en mi vida que no entienden por qué
amo la lluvia. La respuesta a esa pregunta es la más fácil de responder. Amo la
lluvia porque le baja la temperatura a
este desierto de supuestos 40 grados que llamamos ciudad, porque riega las plantas
de las cuales nunca nos damos cuenta. Porque puedo saltar en cada charco que se
hace en la calle y puede que en uno de esos charcos tome agua un animalito que
solo Dios sabe cuánto tiempo ha pasado sin tomar un poquito de agua. Aquí en
Margarita no llueve mucho y lo digo literal si mi mente no me falla en el año
que he estado aquí han llovido si acaso una siete u ocho veces. Yo vengo de una
ciudad en donde llueve mucho. Entonces imagínense mi emoción al salir y poder
mojarme con la lluvia aunque llegue empapada a mi destino. Cuando estoy en mi
casa y empieza a llover abro todas las ventanas para que se llene del olor a
lluvia.
Lo que para nosotros es la ciudad es un inconveniente, un
problema. En los campos es una maravillosa bendición.
Para que molestarse con algo que viene de la naturaleza,
algo que no podemos controlar pero si disfrutar.
Deje de odiar la lluvia y tomese un café
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