lunes, 24 de octubre de 2016

Una Ciudad Olvidada

En una ciudad olvidada había un niño llamado Gabriel cuya familia era muy pobre, tanto así que en invierno tenían que bailar durante todo el día para que sus extremidades no se entumecieran. Gabriel quería ser pintor pero no podía comprar los materiales. Empezó lavando autos pero se dio cuenta que no ganaba lo suficiente.

Un día caminaba por la calle muy triste por no encontrar trabajo, voltea y ve un cartel “Se busca Panadero”; emocionado cruza la calle y le pregunta al encargado:

–  Señor panadero, ¿podía trabajar en su local sin tener experiencia en este oficio?

–    Por supuesto, ven mañana temprano, le dijo aquel señor.

Los días fueron pasando y Gabriel estaba muy contento porque lo dejaban llevarse el pan que quedaba y así podía ahorrar todo su sueldo. Poco a poco fue comprando los materiales para sus pinturas hasta que un día logró tener todo lo necesario para empezar.

Comenzó a pintar sobre un lienzo en blanco una vieja calle que a él siempre le había gustado. Cuando termino se fue a una plaza para ver si encontraba a alguien que comprara su obra. Todo el que pasaba lo miraba con desprecio hasta que una señora que iba pasando le dijo:

–  Voy a comprar esta pintura porque yo me críe en esa calle.

El joven muy feliz por haberla vendido siguió pintando.

Es posible que Gabriel no fuese conocido por muchos pero de esa manera en invierno bailaba por diversión y no por frío.

No hay comentarios:

Publicar un comentario